Ventajas de la calefacción por infrarrojos

Un poco de claridad sobre la conveniencia de la calefacción por infrarrojos frente a la calefacción de gas tradicional.


Muchos de nuestros clientes nos preguntan cuál de los dos tipos de calefacción es más conveniente.
Conviene dar un paso atrás para comparar los dos tipos de calefacción.
En un pasado no muy lejano, el gas natural era mucho más barato que la electricidad, lo que permitió que se generalizaran los sistemas de calefacción, especialmente los domésticos.
Hoy en día esto ya no es así, el coste del gas ha subido exponencialmente, creando muchos problemas económicos tanto en el ámbito doméstico como en el comercial.

Para decidir qué tipo de calefacción utilizar, conviene describir los pros y los contras entre los infrarrojos y el gas.

En el caso del gas se produce un uso excesivo de la energía y el consiguiente aumento del coste de la calefacción, por cuatro sencillas razones_

- libera aire caliente
- Se creará un movimiento convectivo, es decir, el aire se moverá, el aire caliente subirá, el aire frío bajará.
- Este movimiento continuo provocará un aumento de la humedad.
- Además, el movimiento de aire provocará la necesidad de calentar aún más la habitación.

En cambio, la calefacción por infrarrojos:

- se basa en la radiación.
- el aire no se calienta, son los rayos infrarrojos (invisibles) los que golpean a todas las personas y objetos.
- no hay dispersión del calor: las lámparas funcionan por radiación, por lo que calientan exactamente las zonas afectadas
- los infrarrojos están disponibles inmediatamente, sin tener que esperar a que la habitación se caliente por completo
- la humedad no se verá afectada y se mantendrá constante.
- sin polvo y sin olor desagradable
- mantenimiento mínimo;
- fácil instalación;
- sin costes anuales adicionales;
- consumo de energía reducido;
- prevención de la aparición de moho